Documentos de la Fiscalía General de la República (FGR) revelan en el marco del antejuicio al diputado del partido ARENA, Norman Quijano, que ese instituto político pactó con criminales desde el año 2003.
La información indica que fue el Penal de Apanteos, en Santa Ana, que albergó a los políticos al frente de la nación (gobierno de Francisco Flores) y a las pandillas, donde se lograron los primeros acuerdos los como la «reducción» de los hechos delictivos.
En el gobierno de Elías Antonio Saca se rompieron acuerdos, por lo cual el FMLN tomó el control dando «asesorías» y acompañando a los familiares de los pandilleros que se manifestaron por los derechos de los delincuentes. Los vínculos con la izquierda se consolidaron en el 2009, donde Mauricio Funes ganó la presidencia, de acuerdo a la Fiscalía.