El Secretario Privado, Ernesto Castro, demostró ante la Comisión Política de la Asamblea Legislativa que las decisiones de los diputados están supeditadas a los intereses económicos de un pequeño grupo de empresarios y no responden a los intereses del pueblo salvadoreño.

El funcionario señaló en reiteradas ocasiones la estrategia de los diputados de dilatar la discusión sobre la Ley de Emergencia para la pandemia con fines únicamente políticos y con el único interés de reabrir la economía pese a las vidas de salvadoreños que se puedan perder por un posible aumento en casos de COVID19.

Castro solicitó al Presidente de la Asamblea Legislativa, Mario Ponce, que pusiera orden porque los diputados de la llanura de ARENA, todos bajo las órdenes del empresario Javier Simán, estaban interfiriendo en el debate entre las partes.

El diputado señalado denunciado por violaciones sexuales, Alberto Romero, reaccionó amenazando a Castro.

Minutos después, el diputado de ARENA, René Portillo Cuadra, admitió que ARENA no podía seguir con la discusión porque tenía que hacer consultas con otros grupos de interés para saber qué proponer.