La elección de mañana marcará el fin de una época en la que los partidos tradicionales gobernaron los destinos de un país destruido por una guerra de más de 10 años. Los gobiernos de estos partidos llevaron al país a la quiebra, con una guerra social que generó miles de muertos, haciendo que el dolor, miedo y desesperación se apoderara de la vida de toda una generación que se pensó que experimentaría las bondades de “la paz firmada en 1992”.
Esa generación será protagonista en estas elecciones, son mayoría en el padrón electoral y no han olvidado nada de lo que los partidos tradiconales les hicieron pasar durante toda su vida.
No olvidan que la paz no llegó para ellos, sino solo para aquellos que se repartieron el poder y permitieron que la corrupción se volviera la forma de gobierno del país.
Experimentaron cada gobierno de ARENA, saben que ese partido privatizó, dolarizó y reprimió a todos aquellos que se opusieron a esos procesos, que robaron fondos de cooperación para desastres naturales, como el Mitch o los terremotos.
Están conscientes que ese partido los estafó, robó y asesinó y que lo hizo una y otra vez durante 20 años.
Esa generación (que mañana va a volcarse a las urnas), sabe que cuando fue el turno del FMLN, resultó que la bandera de lucha social de ese partido era falsa y que lo único que buscaban era mejorar su condición económica.
Saben que fundaron empresas de combustibles, alimentos, energía entre otras a partir de fondos públicos. Que los viejos comandantes guerrilleros se volvieron millonarios, disfrutando lujos y traicionando aquellas promesas que con tanta hipocresía lanzaron durante años.
Están conscientes que ese partido también los estafó, robó y asesinó y que lo hizo una y otra vez durante 10 años.
La generación que fue sometida a la guerra social, sabe que ambos partidos usaron a las pandillas para mantenerlos con temor. Que durante los gobiernos del FMLN, se decidía en las oficinas de la Asamblea Legislativa la cantidad de personas que iban a ser asesinadas a diario.
Esa generación que lo perdió todo a manos de los partidos corruptos de la guerra, sabe que la elección de mañana definirá las condiciones de desarrollo de sus hijos y nietos y todo apunta a que ya decidieron que los mismos de siempre, van para afuera.