Diferentes niños, personas de la tercera edad y hasta personas ciegas fueron utilizados dentro de la marcha sin tener el mínimo conocimiento del porque.
Según el caso de don Roberto A. Sagastume de 75 años de edad, fue convocado por su organización de veteranos de guerra, explico que se le daría transporte, comida y que tenia que acompañar por obligación.
Otros asistentes se les cancelo 10 dólares por su participación más un desayuno de dos pupusas y un café.