Con 7 opositores en prisión, acusados de «traición a la patria», Ortega, en el poder desde 2007, partía con ventaja en estas elecciones.

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ha sido reelegido para un quinto mandato de cinco años y cuarto consecutivo con el 74,99 % de los votos. Con el 49,25 % de las 13.459 Juntas Receptoras de Votos (JRV) escrutadas, el mandatario obtiene una amplia ventaja sobre los demás rivales. En segundo lugar, según el informe leído por la presidenta del CSE, Brenda Rocha, se ubica el candidato del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), el diputado Walter Espinoza, con un 14,4 % de los votos.

Ortega, en el poder desde 2007, partía con ventaja para una nueva reelección junto con su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo. Además, 7 aspirantes a candidatos presidenciales de la oposición se encuentran en prisión, acusados de «traición a la patria». Más de 4,4 millones de nicaragüenses estaban habilitados para elegir a su presidente y vicepresidente, 90 diputados ante la Asamblea Nacional y 20 ante el Parlamento Centroamericano (Parlacen).

Según el órgano electoral, en la jornada electoral participó el 65,34 % de los nicaragüenses aptos para votar. No obstante, el observatorio multidisciplinario independiente Urnas Abiertas fijó en un 81,5 % la abstención.

Las elecciones fueron criticadas por diversos sectores y por la comunidad internacional por el arresto de siete precandidatos a la presidencia de la oposición, así como por la eliminación de tres partidos políticos opositores, la derogación de la observación electoral y el establecimiento de leyes que restringían la participación en el proceso. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha denunciado durante la votación «información sobre allanamientos, detenciones arbitrarias, hostigamiento y restricciones a la prensa».

Nicaragüenses protestan en varios países

Miles de nicaragüenses protestaron este domingo en ciudades de América y España para denunciar lo que consideran es un «fraude» en las elecciones. Una de las principales manifestaciones se llevó a cabo en Washington, donde los nicaragüenses caminaron desde la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) hasta la embajada de su país en Estados Unidos.