Costa Rica, conocida por su estabilidad y seguridad, enfrenta un alarmante aumento en las tasas de homicidios y robos. En respuesta, el gobierno costarricense está evaluando las políticas de seguridad implementadas por el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, como modelo para frenar la creciente violencia.

Según un informe de la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado (GI-TOC), Costa Rica se enfrenta a altos niveles de criminalidad, con un promedio de 2,3 homicidios diarios entre enero y septiembre de 2024. Este ritmo podría llevar al país a superar los 860 asesinatos al cierre del año.

Recientemente, los homicidios en bares han captado la atención pública, y casos como el de María José Castro, una madre de 33 años asesinada en un ataque, han conmocionado al país. Ante este panorama, las autoridades costarricenses buscan urgentemente soluciones inspiradas en el modelo salvadoreño para frenar la violencia.