El miércoles 4 de noviembre, la presidenta de la Autoridad Salvadoreña del Agua, Ethel Cabrera, realizó una importante visita al Lago de Coatepeque en Santa Ana, donde se llevó a cabo la instalación de 60 boyas ultrasónicas, marcando un hito en la gestión ambiental del país. Con esta acción, El Salvador se convierte en el primer país del mundo en implementar esta tecnología a gran escala en un cuerpo de agua.
Las boyas instaladas emiten un ultrasonido que cubre un área de 500 metros a su alrededor, lo que inhibe la proliferación de cianobacterias, microorganismos responsables del mal olor, el color oscuro y la contaminación del agua. Esta tecnología no solo mejora la calidad del agua, sino que también asegura su inocuidad, lo que es fundamental para las familias que dependen del lago para su consumo y actividades recreativas.
El Lago de Coatepeque ha enfrentado problemas de contaminación debido a varios factores, entre ellos el aumento de la temperatura del agua y la acción de químicos presentes en su naturaleza volcánica. Además, la presencia de aguas residuales de quintas recreativas, restaurantes y hoteles, las escorrentías de lixiviados provenientes de desechos sólidos y los agroquímicos utilizados en la zona, que son arrastrados por las lluvias, han agravado la situación.
Este esfuerzo se enmarca dentro de la apuesta del Gobierno del Presidente Nayib Bukele por la innovación y el uso de tecnología avanzada para la protección de los recursos naturales del país. Las boyas no solo tienen un impacto directo en la mejora de la calidad del agua, sino que también cuentan con un sistema que recoge y envía datos en tiempo real, permitiendo a las autoridades tomar decisiones informadas y oportunas para la gestión y conservación de los cuerpos de agua del país, especialmente durante la temporada de verano.