En septiembre de 2024, el costo de la Canasta Básica Alimentaria Urbana (CBA) en El Salvador experimentó su primera contracción anual en más de tres años, registrando una disminución del 3.2% en comparación con el año anterior. Este descenso es notablemente inferior al 11.5% del mismo mes del 2023. Por su parte, la Canasta Básica Rural también mostró una reducción significativa, con una contracción del 8.4%, marcando la novena disminución anual consecutiva en lo que va del año.
Las familias salvadoreñas se benefician de la reducción de precios de alimentos, gracias a políticas públicas que han fortalecido los agromercados, eliminado aranceles y mantenido una vigilancia constante de precios. La disminución en los costos de tortillas y frijoles ha sido clave, aunque algunos precios, como los de carnes, han experimentado incrementos.
Este panorama positivo se atribuye al aumento en el abastecimiento debido a la cosecha y las iniciativas gubernamentales para evitar la especulación de precios. La FAO también destaca que el precio promedio del maíz en el país se encuentra por debajo del promedio centroamericano, lo que contribuye a la estabilidad de los costos de la canasta básica.