Luego de una ardua campaña electoral, que se caracterizó por ser una de las más sucias de la historia reciente del país, el 3 de febrero del 2019 el pueblo salvadoreño eligió a Nayib Bukele como su Presidente para el periodo 2019 – 2024.
Retos de diferente índole están siendo abordados por el mandatario, incluso los que nunca tocaron los partidos políticos tradicionales como ARENA y el FMLN por el simple hecho de salvaguardar los intereses de grupos de poder a los cuales servían y posiblemente lo hacen aún.
Los ataques mediáticos por tocar temas sensibles, no se han hecho esperar por parte de la «oposición» los cuales mantuvieron siempre un asocio estratégico con los partidos tradicionales dejando en evidencia una gran maquinaria organizativa incrustada dentro del estado salvadoreño y viviendo a expensas de los impuestos que pagan todos los salvadoreños.
Tras las elecciones del 28 de febrero celebradas en el 2021 para diputados de la Asamblea Legislativa, Alcaldes y Diputados del PARLACEN, el presidente del partido de Gobierno Xavi Zablah, instó a los nuevos diputados y alcaldes electos a renunciar a su privilegios y detalló que se trata del inicio de la segunda parte de la historia.
«No podemos fallarle al pueblo. Los nuevos alcaldes y diputados deben respetar el mandato de los salvadoreños, no negociar con los mismos de siempre y renunciar a sus privilegios. Tienen la oportunidad de cambiarlo TODO. Aquí inicia la segunda parte de nuestra historia», escribió Zablah, en su cuenta oficial de Twitter.
Hoy por hoy, la política salvadoreña dio un giro en su forma de ser con la ciudadanía, buscando cambios reales dentro de la sociedad, es un camino duro, arduo y difícil, pero no imposible.