En un hecho histórico, El Salvador desarrolló las elecciones legislativas y municipales el 28 de febrero, fecha que cambio el rumbo del país; la población votó por nuevos horizontes en la política nacional desde las urnas, los hechos quedaron enmarcados en la historia, pues eligieron a un nuevo partido político como la bancada con mayoría en la Asamblea Legislativa, la cual dio inicio a diversos cambios en la estructura social del país.
Para muchos salvadoreños el país ya no podía más, la vieja política salvadoreña conformada por «mafias» politiqueras ya habían vendido todo el aparato estatal, privatizando en su mayoría los diversos servicios públicos que más retribución económica le otorgaba al gobierno salvadoreño para funcionamiento y una estabilidad en sus finanzas, entre ellos ANTEL, las empresas distribuidoras de energía eléctrica (CLESA, CLES, CLEA, CAESS y DEUSEM), la privatización de la administración de los fondos de pensiones, entre otras que dejaban un marco económico para inversión social y el funcionamiento sostenible del aparato estatal.
Durante los gobiernos de ARENA, 32 empresas y actividades económicas del Estado pasaron a manos de la oligarquía y del capital extranjero. Las principales privatizaciones ocurrieron durante las gestiones de Alfredo Cristiani, Calderón Sol y Francisco Flores.
20 años de ARENA, dejo en una crisis sin precedentes a El Salvador, sumado a todo esto, la esperanza que fue disfrazada por una traición, pues el pueblo salvadoreño dio un giro en la política y voto por el partido de izquierda FMLN por dos periodos consecutivos presidenciales, quien se hacia llamar el defensor de las mayorías, pero que termino defraudando a los salvadoreños en su totalidad, pues la corrupción y su alianza interna con el partido ARENA era evidente, la cual no tardaron en salir a luz las mafias que se habían constituido dentro de la política salvadoreña que salpicaban a diferentes referentes de ambos partidos políticos sumergidos en una corrupción descomunal.
Fue desde entonces que los salvadoreños dieron una lección a la clase política tradicional y en las elecciones legislativas y municipales del 28 de febrero dieron un giro, El Salvador cambio el rumbo del país; la población votó por giro de timón en la política nacional desde las urnas, eligiendo a los diputados de Nuevas Ideas como la mayoría en la Asamblea.
El actual presidente de la Asamblea Legislativa Ernesto Castro se refirió a esta fecha de importancia de la historia salvadoreña: Hace un año comenzamos las transformaciones históricas de nuestro país. No podrán detenernos los que siguen anhelando los viejos tiempos. Haremos lo que la gente nos ordenó en las urnas al convertirnos en la representación total del pueblo salvadoreño.