La crisis del transporte marítimo ya afecta al negocio exterior de las empresas de alimentación y bebidas, con caídas a mercados clave como Reino Unido y China.
Juver, la empresa de alimentación que comercializa zumos pero también conservas, tenía pactado para esta semana el transporte de sus productos en 15 contenedores hacia América. Se los anularon hace unos días, sin apenas margen, porque «no hay barcos y/o equipos suficientes para cargar y descargar en esos días». Hasta el 14 de diciembre no podrán cargar algunos de ellos y en algunos casos el retraso será de dos meses.
Exportan a 80 países y ahora pagan cuatro veces más que hace un año por un flete, que es el precio por transportar la mercancía en contenedores dentro de los navíos de un punto a otro.
«Si tengo un contenedor que me vale cinco veces más y no acepto el precio, pierdo el producto, y si lo acepto lo tengo que repercutir en el precio final porque si no pierdo dinero», explica José Antonio Navarro, director comercial de exportación de esta empresa, que asegura que en su sector son «los grandes perjudicados de esta crisis».