En un histórico y sufrido partido, la selección Argentina de Lionel Messi consiguió la gloria máxima tras el triunfo por penales ante Francia en el Lusail Stadium, luego de igualar 3-3 en los 120 minutos. Jugó un enorme partido hasta el descuento de Mbappé y no mereció sufrir. El haberse impuesto en la mejor final de la historia no hizo más que inyectarle épica a una conquista trabajada, sufrida, pero cargada de mística… Y muy buen fútbol. Se trata de la tercera estrella para la Selección y la primera en el torneo para el astro rosarino que, a los 35 años, logró su gran sueño, como Maradona en 1986.
Argentina, después de 36 años de sequía en los mundiales, gano su tercera copa del mundo. Hoy queda consagrado todo el talento argentino que se puso de manifiesto durante todo el partido, no sin antes dar la batalla con la selección de Francia, que de principio a fin uso todo lo que tenía a sus pies para alcanzar siempre el empate, lamentablemente en los tiros desde los doce pasos, fue un fracaso total y es desde donde el equipo de Messi no perdono los errores.