Como bien decía el icono personaje salvadoreño, Chirajito: ¿Ya se va papito?, ¡Salú pues!. El Faro, un periódico parcializado por su contenido y herramienta de la oposición política y grupos de influencia internacional, hicieron del conocimiento público que sus oficinas se trasladaran a Costa Rica, dejando El Salvador como sede principal de operaciones.

El Faro recibía fondos de organizaciones cercanas al multimillonario G. Soros y defendía a capa y espada a grupos criminales como las pandillas terroristas de la MS13 y 18R, dejando parcializado el tema de los derechos humanos de la población salvadoreña honrada y defendiendo a los pandilleros terroristas, después que las fuerzas de seguridad del estado, tomarán el control del territorio salvadoreño y se hicieran las capturas de más de 66 mil miembros de estas organizaciones terroristas, El Faro se desgastó mediáticamente dentro de la opinión de los salvadoreños.

El Faro además de estar parcializado a intereses ocultos, mantenía como temas de interés dentro de su marco periodístico la agenda globalista, que busca implementar en el país el aborto y el matrimonio del mismo sexo, entre otros temas.

El supuesto traslado de operaciones lo resumen, según ellos, en que dentro de «El Salvador ya no hay derecho a la legítima defensa ni leyes que se hagan valer por encima de la voluntad de funcionarios públicos», según sus representantes, es la principal causa de sacar El Faro de El Salvador y mudarse a Costa Rica.

Después de la noticia, diversos ticos en redes sociales han criticado esta decisión, asegurando que Costa Rica no necesita un periódico que defienda criminales y pandilleros terroristas.