Desde las pasadas elecciones, Bernardo Arévalo se mantiene en medidas preventivas de seguridad, pues rompe con 12 años de tradición política en Guatemala, sectores que han mantenido la corrupción a toda escala hoy sienten un miedo por la llegada de un nuevo presidente.
Las autoridades de Guatemala reforzaron la seguridad del próximo presidente Bernardo Arévalo, quien debe asumir el 14 de enero de 2024, en medio de versiones sobre supuestos complots para eliminarlo.
Arévalo ganó la presidencia el domingo con el slogan y la promesa de campaña de una lucha frontal contra la corrupción.
El refuerzo fue anunciado luego de que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con sede en Washington, exigió el jueves a Guatemala que «adopte las medidas necesarias para proteger» a Arévalo y a la futura vicepresidenta, Karin Herrera, por amenazas y «la existencia de dos planes para atentar en contra» de ellos.
El gobierno dijo en un comunicado que «los supuestos planes para atentar contra la vida [de ambos] fueron alertados el 20 de agosto (…), lo que permitió de forma inmediata realizar las coordinaciones necesarias con la Dirección General de la PNC [Policía Nacional Civil] a efecto de brindar mayores medidas de seguridad».