Japón ha comenzado este jueves a verter al Pacífico agua contaminada procedente de la accidentada planta nuclear de Fukushima tras ser tratada para retirarle la mayor parte de residuos radiactivos, un proceso que se prolongará durante varias décadas y que sigue generando protestas dentro y fuera del país.
China por su parte anunció que suspende todas las importaciones de productos acuáticos originarios de Japón a partir de hoy, tras el inicio del vertido de agua radiactiva tratada de la central nuclear de Fukushima.
Otros países aún no se han pronunciado pero en su mayoría dejaran de importar productos japoneses provenientes de sus costas.