En un robo descarado, Iván Barton se sumó a la evidente corrupción que maneja CONCACAF, demostrando el favoritismo por México, no por lo deportivo sino por las ventas que genera a nivel general.
Con la ayuda arbitral del salvadoreño Iván Barton, México derroto en los tiros de penalti a Honduras, quienes fueron prácticamente asaltados por Barton, robando descaradamente el partido y favoreciendo con las decisiones a que el equipo azteca sobreviviera durante los 90 minutos y en tiempo sobre extra, empatara el global.
Al final, México se impuso en los tiros de penalti a Honduras 4 por 2, repitiendo 3 tiros, en un acto histórico de corrupción arbitral.