El vandalismo llegó a escalar varios puntos de la capital durante la marcha contra el gobierno, dentro de lo cual varios sujetos encapuchados y portando mascaras destruyeron por completo una cabina de cajero Chivo, destruyéndola e incendiándola por completo, esta cabina recién estaba instalada en la plaza Gerardo Barrios del centro de San Salvador.
Dentro de la ruta de la marcha, se destruyeron muppis publicitarios, se mancharon diversidad de paredes y algunos manifestantes inclusive destruyeron las fachadas de negocios tanto privados como de entidades públicas.
Se estima por parte de las autoridades que los daños causado por los manifestantes durante la marcha tanto a la propiedad privada como del estado salvadoreño sobrepasa varios miles de dólares, prácticamente el cajero «Chivo» con todos los accesorios quedaron quemados por el fuego y varios muppys publicitarios fueron quebrados por completo.