El Gobierno boliviano ha revelado que la expresidenta interina del país Jeanine Áñez habría solicitado «equipos y armamento» a las embajadas de Estados Unidos y Reino Unido en el país de cara a las elecciones que tuvieron lugar en octubre de 2020, de las cuales salió ganador el actual presidente, Luis Arce.
A través del entonces viceministro de Seguridad Ciudadana, Wilson Santamaría, las autoridades habrían pedido «equipos y armamento» para, según el actual Gobierno, «reprimir al pueblo boliviano», tal y como ha indicado el ahora viceministro de la citada cartera, Roberto Ríos.
La primera nota se remonta a mayo de 2020 y está dirigida al representante diplomático de Washington Bruce Williamson, según informaciones del diario ‘La Razón’, que ha matizado que el documento está, sin embargo, incompleto.
En la primera hoja se lee: «Le pido atender el requerimiento que en referencia menciono con la finalidad de defender la integridad del pueblo boliviano y su territorio». En septiembre, el Gobierno de Áñez habría remitió otra nota oficial, también firmada por Santamaría, a la Embajada británica.
En ella se solicitaban «pistolas, cartuchos, granadas de gas, uniformes completos, máscaras antigas, visores nocturnos, térmicos, binoculares, cascos, trajes de protección y equipos que considere importantes destinados a la Policía Boliviana con la finalidad de defender la integridad del pueblo, su territorio y seguridad».
Ríos ha explicado que la petición está siendo estudiada para confirmar si dichos requerimientos «fueron atendidos» a través de Santamaría. «Esto nos da claros indicios de que todo este armamento y equipos que solicitaban otras instancias iban a ser empleados, presumiblemente, para reprimir al pueblo boliviano. Y lo que más llama la atención es que se generan semanas antes a las elecciones de 2020», ha manifestado.
Bolivia había celebrado previamente unas elecciones generales en las que el expresidente Evo Morales se proclamó vencedor, pero su principal rival, Carlos Mesa, que quedó segundo, denunció un «fraude gigantesco».
Las partes accedieron a que la Organización de Estados Americanos (OEA) realizara una auditoría con la que detectó «irregularidades». Posteriormente, Morales presentó su dimisión en medio de una ola de violencia que dejó más de 30 muertos. Jeanine Áñez, entonces ‘número dos’ del Senado, se proclamó presidenta interina para llenar el vacío de poder.
Sin embargo, Bolivia volvió a celebrar elecciones presidenciales el 18 de octubre de 2020, fecha pospuesta en varias ocasiones a causa de la pandemia de la COVID-19. En los comicios, Arce, candidato del partido de Morales, Movimiento Al Socialismo (MAS), ganó en primera vuelta con más del 55 por ciento de los votos.